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ZARAGOZA
Zaragoza fue llamada por los antiguos Cesárea Augusta, y es ciudad bellísima, situada a orilla del Ebro; tiene hermosas casas de ladrillo, y entre ellas una hermosa calle (el Coso) y muchas iglesias [...] La tierra junto al río es fértil, hermosa y llena de árboles, pero lo demás es estéril, inculto y desierto; en la ciudad, sin embargo, hay abundacia de comestibles, por lo que se dice: Barcelona, la rica; Zaragoza, la harta; Valencia la hermosa...
(ANDRÉS DE NAVAGERO, embajador de Venecia, 1525)
...Pues, volviendo a Zaragoza, me pareció una de las más nobles y mejores ciudades de España, así en el abastecimiento de la tierra como en el sitio y ornamentos de la ciudad [...] Tiene el sitio campestre y las mejores casas en general que en ninguna ciudad de España, salvo Barcelona, que las tiene tan buenas, pero no mejores. Son de ladrillo, en las que hay muchas de hidalgos y señores, otras de mercaderes, muy honradas y magníficas. Tiene las más calles muy largas y derechas, por estar en campo y ser tan buenas las casas, entre las cuales hay muchas torres y campanarios en diversos lugares, como iglesias y monasterios nobles, y le corre el río Ebro, sobre el que pasa una hermosa y alta puente de piedra; hace una buena muestra y honrado aparato a los que la ven desde alguna torre o desde algún otro alto lugar...
(GASPAR DE BARREIROS, eclesiástico y escritor portugués, 1542)
Los palacios de los caballeros y la casas de muchos ciudadanos son de tal grandeza y gala, que entre todas las ciudades de España, a juicio y parecer de todos los curiosos, tiene Zaragoza ventaja.
(ENRIQUE COCK, notario apostólico y arquero de la Guardia Real, 1585)
... Desta manera caminé por aquella tierra toda hasta venir a dar en Zaragoza con mi persona. Que no me dio pequeño contento aportar en aquella ciudad tan principal y generosa. [...] me fui deteniendo allí algunos días. Que todos y muchos más fueran muy pocos para considerar y gozar de su grandeza. Tan hermosos y fuertes edificios, tan buen gobierno, tanta provisión, tan de buen precio todo, que casi daba de sí un olor de Italia...
(MATEO ALEMÁN, Guzmán de Alfarache, 2ª parte, 1604)
Zaragoza, como las grandes ciudades de Italia, tiene su epíteto, y como capital de Aragón se llama la harta, y está llena y bien repuesta, [...] En Zaragoza, las casas son tales para los particulares, que un artesano está allí mejor alojado que uno de los primeros señores en el resto de España, de lo cual se deduce lo buenos que han de ser los edificios públicos. [...] Zaragoza se parece más a Tolosa (Toulouse) que a ninguna otra ciudad de Francia que yo haya visto, teniendo igualmente esos grandes edificios de ladrillo; sólo que no es tan fuerte; pero en recompensa, las calles son más hermosas y anchas, particularmente la del Corso (Coso), la más bella que sea posible, comparable a la de Roma; es de una amplia anchura y muy seguida en línea recta, construida a uno y otro lado del palacio del virrey, del duque de Villahermosa y de otros señores calificados que tienen su residencia ordinaria en las ciudades en España como en Italia, lo que las adorna y embellece en su mitad. Zaragoza es en su tráfico muy comercial y poblada de habitantes corteses, hablando buen español, el mejor después del castellano...
(BARTOLOMÉ JOLY, consejero y limosnero de Enrique IV de Francia, 1604)
LOS PALACIOS ZARAGOZANOS
A lo largo del siglo XVI se renueva por completo el aspecto de la ciudad con la construcción de numerosas casas palaciegas que reflejan el desarrollo financiero del reino de Aragón y de su capital. Estas edificaciones son un símbolo del nivel económico de sus propietarios, sobre todo de las nuevas clases enriquecidas, que se asientan en torno a la Seo, dentro del antiguo recinto amurallado. La alta nobleza elige como lugar de residencia la calle del Coso, la más destacada y espaciosa de la ciudad.
Estos palacios responden a un modelo que se consolida a lo largo del siglo y que se mantendrá durante mucho tiempo, aunque se observe una evolución de los elementos formales. Tienen cuatro plantas: sótano, planta baja, principal y desván. El sótano se excava en el propio subsuelo y se utiliza habitualmente como almacén, bodegas y caballerizas; la ventilación e iluminación se consigue a través de unas lumbreras que se abren en la parte inferior de la fachada. La planta baja presenta al interior zaguán y patio o luna en torno a la cual se organizan todas las estancias. El patio tiene dos pisos, el inferior con columnas anilladas y el superior abierto con arquerías de medio punto; es una de las zonas donde se concentra la decoración, que a veces desarrolla un complejo programa iconográfico, como en el caso del palacio de Gabriel Zaporta (Patio de la Infanta). En esta parte baja se situan las salas de verano, cocinas y habitaciones del servicio. Del patio arranca la escalera que conduce a la planta noble, donde se encuentran los salones o "estudios" principales. El desván presenta al exterior mirador o galería de arcos, normalmente de medio punto.
La división interior del palacio se refleja en la fachada, que mantiene la ordenación en pisos. Construida en ladrillo ofrece un aspecto cerrado, ya que en ella sólo se abren vanos de reducido tamaño; con frecuencia, las ventanas originales se rasgarán en épocas posteriores para transformarse en balcones. El conjunto se remata con un alero muy volado de madera tallada con motivos clásicos.
Además de los edificios incluidos en la ruta pertenecen también a esta tipología el Patio de la Infanta, Palacio de los condes de Morata -actual Audiencia Territorial-, Casa de los Torrero -Colegio de Arquitectos-, Casa de los Morlanes, Casa Armijo -sede del Justicia de Aragón- y el Palacio de Montemuzo -Archivo Hemeroteca Municipal-.
ITINERARIO
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